El cuerpo del dolor tiene un aspecto colectivo así como uno personal. El aspecto personal tiene un residuo acumulado del dolor emocional sufrido en el propio pasado. El aspecto colectivo es el dolor acumulado en la psique humana colectiva durante miles de años a través de la enfermedad, la tortura, la guerra, el asesinato, la crueldad, la locura, etc. Aparte de su cuerpo del dolor personal, toda mujer tiene participación en lo que podría describirse como el cuerpo del dolor femenino colectivo, a menos que sea completamente conciente. Este cuerpo está formado por el dolor acumulado que ha sido soportado por las mujeres en parte a través de la dominación de la mujer por el hombre, de la esclavitud, de la explotación, las violaciones, el dar a luz, la pérdida de los hijos, etc., durante miles de años. El dolor físico y emocional que muchas mujeres sienten antes y durante la menstruación es el cuerpo del dolor en su aspecto colectivo que despierta de su latencia en ese momento, aunque puede dispararse en otras oportunidades también.
Restringe el flujo libre de energía vital a lo largo del cuerpo, del cual la menstruación es una expresión física. Demorémonos en esto por un momento y veamos cómo puede convertirse en una oportunidad para la iluminación.
A menudo las mujeres son dominadas por el cuerpo del dolor en ese momento. Tiene una carga energética extremadamente poderosa que puede empujarla a la identificación inconsciente con él. Usted es poseída activamente por un campo de energía que ocupa su espacio interior y simula ser usted pero, por supuesto, no lo es en absoluto. Habla a través de usted, piensa a través de usted, actúa a través de untes. Creará situaciones negativas en su vida para poder alimentarse de esa energía. Quiere más dolor en cualquier forma. He descrito ya este proceso. Pude ser maligno destructivo. Es puro dolor, dolor pasado, y no es usted.
El número de mujeres que se aproxima ahora al estado completamente conciente excede ya al de los hombres y crecerá aún más rápidamente en lo años venideros. Los hombres quizá las alcancen al final, pero durante un tiempo considerable habrá una brecha entre la conciencia de los hombres y de las mujeres. Las mujeres están recuperando la función que es su derecho de nacimiento y, por tanto, llega a ellas más naturalmente que a los hombres: ser un puente entre el mundo manifestado y lo no manifestado, entre lo físico y el espíritu. Su mejor tarea como mujer ahora es transmutar el cuerpo del dolor para que no siga interponiéndose entre usted y su verdadero SER, la esencia de lo que usted es. Por supuesto, usted también tiene que manejar el otro obstáculo hacia la iluminación, que es la MENTE PENSANTE , pero la intensa presencia que usted genera cuando maneja el cuerpo del dolor , la liberará también de la identificación con la MENTE.
Por Eckart Tolle
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